Los Roques

Naturaleza en Los Roques

Descripción y características. Los Roques

Este Archipiélago venezolano se sitúa en mar Caribe, al norte del país, entre 11º, 44’ 45’’, y 66º 52’ 27’’, de longitud oeste de Greenwich. Se encuentra localizado a 166km al norte del aeropuerto de Maiquetía y a unos 120Km al norte de Naiquatá, en la Costa del Dto. Capital.
La mejor forma de acceder a la islas es vía aérea, bien desde Porlamar (en Margarita), Valencia o Maiquetía.
Otra opción muy utilizada de conocer este fantástico entorno natural es disfrutando de un fullday (o día completo) en Los Roques. Este viaje puede realizarse desde los puntos indicados regresando en la tarde del mismo día elegido para el viaje, con todo incluido
El Archipiélago de Los Roques cuenta con una superficie marina y terrestre de 225.153 hectáreas, entre las que hallaremos numerosos cayos, islotes de coral, así como la impresionante isla de Gran Roque.
Concretamente, el Archipiélago se conforma por un rectángulo de 36.3 km, de este a oeste, y de 24.6km, valorado de norte a sur. En dicho rectángulo hallaremos más de 50 cayos y unos 300 bancos de arena.
Su composición, de tipo arrecife, alterna zonas emergidas y sumergidas, en una superficie total de más de 1500 Km2. Las islas alcanzan, aproximadamente, los 1.000km2.
Entre todas las islas que forman este maravilloso Archipiélago, vamos a recalcar la del Gran Roque, no ya por su tamaño, pues existen otras de mayor superficie, sino por ser la isla que alberga a la mayor parte de la población así como el comercio y la administración del Archipiélago.
Esta isla nos ofrece diferentes relieves, pues hallaremos desde una pequeña cadena montañosa, de no más de 2km, la cual se extiende a lo largo de la costa septentrional, hasta otras zonas formadas por terrenos bajos y arenosos, con lagunas de agua salada, en las cuales, la evaporación del agua, deja a la vista la sal.
Esta diferencia de relieves hace que el Gran Roque presente una fachada septentrional en la que mar ha generado una costa abrupta, carente de playas y abundante en acantilados. Dentro de las elevaciones encontraremos: el Faro Holandés, el Cerro del Calvario, …
En la denominada zona de servicios de la isla se encuentra la parte de playas, así como la recreación y de población autóctona.
Importantes es señalas la flora del lugar, dentro de la cual es necesario señalar los mangles: plantes capaces de vivir en suelo blando saturado de agua, e incluso, con alto contenido en sal. Sus numerosas raíces se prolongas desde el árbol al sedimento del mismo, sirviendo de sustrato a las algas y a gran número de seres marinos: bivalvos, esponjas, …



La mejor fecha para visitar este lugar:
En primer lugar, usar un protector solar de alta numeración dado que los rayos del sol se reflejan con mayor incidencia sobre las arenas blancas. No nos engañemos por el aspecto playero respecto de nuestro calzado, pues debe estar preparado para evitar que nos cortemos con los abundantes restos de corales que hay en la arena. Las autoridades de la zona ruegan se evite la visita a aquellos lugares en los que las aves se encuentren anidando o empollando; así mismo, ha de evitarse el anclaje de las embarcaciones sobre fondos coralinos. De la misma forma, y para todos aquellos que practiquen buceo o snorkeling, se les recuerda la prohibición de extraer pedazos de coral como recuerdos, pues las fracturas en el mismo pueden producir infecciones bacterianas que acaben con la vida del coral. Se exige respecto al época de veda de la langosta: de mayor a octubre, recordándose que, tanto el consumo de tortuga como de botuto están totalmente prohibidos.

Tipo de lugar: Naturaleza

Ubicación: Playa

Apropiado para niños
Apropiado para visitar en familia
Restaurantes cercanos

Historia:

Según sabemos en la actualidad, la presencia de indígena en los Roques fue de carácter temporal: de las excavaciones llevadas a cabo en algunos cayos se han extraído vajillas y restos de alfarería, a través de los cuales se ha deducido que la población que habitó en primer lugar la región fue la denominada Caribes, de los grupos Cumanagotos del Litoral del continente, indios esclavos de varias etnias, así como los Guaiqueries, procedentes de islas como Margarita o Coche.
En cuanto a su descubrimiento, se cree que Cristóbal Colón fue el primero es avistarlas, de regreso a la Española, en su tercer viaje; parece deducirse de lo narrado por Fray Bartolomé de Las Casas, en la recopilación del diario de Colón.
Tampoco parece descartarse que, con el tiempo, estas islas se convirtiesen en escondrijo o refugio de contrabandistas y piratas, hasta que en la segunda mitad del siglo XVIII se estableció en la zona la denominada Real Compañía Guipuzcoana, de la que provienen los nombres de Gran Roque, isla del Agua, Carenero, …
A principios del siglo XIX, los Roques empezaron a conformarse como asiento de pescadores temporales, de forma que en el discurrir del siglo, la pesca se fue desarrollando como la más importante actividad económica de la zona, junto a la explotación de las salinas y del guano.
La población de estas islas proviene, principalmente, de la isla Margarita, los cuales emigraron al lugar en los últimos 80 años. El grupo principal de población se halla en la isla del Gran Roque, contando con unos 1.000 habitantes; otra pequeña comunidad se instaló en la isla de Krasky.
Dada su situación respecto de la costa, y al igual que sucede con otras muchas islas venezolanas, el Archipiélago funciona como una barrera de protección de las tormentas o huracanes que pudieran abatirse sobre aquélla.
Este paradisíaco lugar fue declarado en 1972 fue declarado Parque Nacional; de hecho, es el Parque Nacional más grande del Caribe, presentado una extensión superior a la de las Islas Vírgenes. El Parque se conforma como uno de los ecosistemas marinos costeros más representativos de Venezuela
El Archipiélago es un auténtico paraíso para los aficionados al buceo y al snorkeling; de la misma forma muchos turistas acuden al lugar atraídos por la pesca. Así mismo, tanto yates como veleros se encuentran a disposición de los turistas.